vaCubavá

Rancagua, 2010

Confieso que no te han caminado mis pies... dice una de las canciones que escucharás. Es algo singular amar a un país sin conocerlo, pero sucedió.

Fue sentir que Dios hizo crecer en este corazón y lo transformó en este regalo para esta preciosa tierra. Música y palabras, que dúo tan poderoso; pueden hacer decaer el espíritu de un hombre o levantarlo, infundir alegría, hacerlo bailar o hacerlo dormir.
Las palabras de estas canciones han llovido del cielo para hacer germinar tu tierra, tu corazón, tu rostro. Son palabras para los que siguen caminando tus calles y también para aquellos que un día dejaron de caminarlas y hoy anhelan el regreso y el abrazo.